Hay que innovar en las fuentes de ingresos de las ONG’s. El modelo de donaciones debe complementarse con nuevas estrategias. El concepto “entregar valor” es el camino que deben seguir las fundaciones.
¿A qué me refiero? A crear experiencias innovadoras -relacionadas con el propósito de la fundación- en las cuales personas estén dispuestas a pagar por ellas. En otras palabras, crear modelos de negocios.
No se trata de venderle algo a los usuarios con quienes trabaja la fundación, sino de crear un ecosistema de valor hacía un propósito común.
Veamos un ejemplo:
Un hogar de abuelitos puede generar una propuesta de valor en donde personas pagan por conversar con ellos. ¡¿Cómo?! ¡¿Vas a pagar por conversar con un abuelito?! Claro que sí. Para muchos, esa experiencia puede ser tan significativa que estén dispuestos a pagar por ella. Y para los abuelitos sería un hermoso regalo (pasando por un proceso de selección y capacitación obviamente). La magia está en transformar ideas disruptivas en inspiradoras propuestas de valor.
En otras palabras, el desafío está en empaquetar aquellas acciones en las cuales, por lo general, se solicitan voluntarios y empezar a cobrar por ellas. ¿Pagar por trabajar? Exactamente. Pero para que algo así suceda, se debe identificar con exactitud el valor que entrega realizar dicha acción y ésta debe ser comunicada de forma atractiva.
Ejemplos pueden haber muchos, lo importante es dejar por un momento de ver a las donaciones y la filantropía como la única fuente de ingresos y adentrarse en el mundo de la venta de servicios y en especial de la innovación. Pensar fuera de la caja y no tener miedo en cobrar.
Sé que es un camino difícil y poco conocido para las ONG´s. Hay que entender la lógica de la publicidad, canales de venta y en especial -en estos tiempos- del e-commerce. Pero las fundaciones tienen una ventaja: no deben gastar mucho en crear relatos inspiradores, sus propósitos y causas son su principal carta de presentación.