Fundación Trabajo en la Calle

2011 - 2012

Trabajo en la Calle (actualmente “Quiero mi Casa”) es una fundación que trabaja con familias de micro campamentos, un Chile invisible. Fue mi primera experiencia laboral en donde me tocó conocer la extrema pobreza en primera persona. 

La fundación tiene características comunes a muchas otras de organizaciones de la sociedad civil: una causa importante con recursos limitados. 

Como muchas otras ONG, cuenta con una base de socios que les permite mantener una equipo ejecutivo de 2 a 3 personas, pero su implementación depende principalmente de fondos concursables, donaciones y/o trabajo voluntario.

Equipo Trabajo en la Calle junto a familias de campamentos.

El primer desafío fue levantar recursos. Había que, al menos, multiplicar el presupuesto para poder ampliar el equipo. Sin embargo, implementamos los puntos al revés: aumentamos el equipo para poder levantar recursos.

¿Cómo lo hicimos? Desarrollamos un modelo de prácticas profesionales. No había pago, salvo un bono de movilización.- El mayor incentivo era invitarlos a vivir una experiencia laboral 100% real en donde pusieran todo su talento al servicio de la organización. A cambio, el equipo de la fundación se comprometía a una evaluación constante para un aprendizaje integral.

Triplicamos el equipo. 

En ese momento iniciamos el proceso de levantamiento de recursos en paralelo a fortalecer el modelo de intervención social. Generamos un modelo conectado: una mejor intervención repercutía en mayor posibilidad de acceder a fondos. Más recursos disponibles, mayor cobertura e impacto social. Todos eramos parte de la intervención, todos eramos parte de la gestión.

Diario La Hora: App Trabajo en la Calle

Nos ganamos muchos fondos, ampliamos el número de socios, pero en paralelo generamos otras estrategias. El intercambio de miradas que conlleva un equipo amplio nos llevó a pensar soluciones que jamás hubiera pensado al momento de iniciar este trabajo. Ya no sólo se trataba de postular a fondos y buscar socios, había más caminos. 

Creamos una aplicación móvil en una época en donde el desarrollo de Apps estaba en pañales. Probablemente fuimos la primera ONG en tener su propia app. Fuimos al programa “Quien Quiere Ser Millonario”, implementamos una alianzas con distintas universidades, entre otras iniciativas

Estuve dos años como director ejecutivo de la fundación. Fue mi primer trabajo.

Ya han pasado casi 10 años y el mundo ha cambiado bastante. Sin embargo, las necesidades de las fundaciones en cuanto a gestión siguen siendo similares. Y como tal, el camino es el mismo: innovar, pero no sólo desde la tecnología, sino innovar desde la gestión. Dar vueltas los procesos una y otra vez hasta encontrar el camino a la solución. 

Participación Quien Quiere Ser Millonario