¿Cómo atraer talento millenial al tercer sector?

Soy jurado de un concurso de emprendimiento social. Frente a mi exponen apasionados jóvenes que no superan los 30 años quienes nos cuentan de innovadoras empresas que resuelven problemas sociales. Miro a mis compañeros de testera y sin hablarnos sabemos que será una decisión difícil.

Viene la ronda de preguntas. Los otros jueces preguntan sobre los modelos de negocios y las estrategias de escalabilidad. Llega mi turno. Primero los felicito a todos por el entusiasmo y compromiso social. Luego les pregunto: ¿por qué decidieron crear una empresa y no una fundación?

Un participante me señala que para postular a los fondos de Corfo te piden ser empresa con fines de lucro. Otro me dice que en las fundaciones no se pueden vender productos. Un tercero lanza sin filtro: las ONG están pasadas de moda, lo que la lleva hoy son las Empresas B.

En ese momento me pregunte: ¿cómo atraer talento millenial al tercer sector? Por un lado, Corfo incentiva la creación de Start Ups. Por otro, existe una desinformación sobre cómo operan las fundaciones (pueden hacer lo mismo que una empresa, salvo repartir utilidades le respondí al emprendedor). Por último, está el auge de las Empresas B y emprendimientos sociales, al parecer un sector mucho más atractivo para los jóvenes emprendedores. 

Hace 10 años el mundo era distinto. Sistema B y el emprendimiento social con fines de lucro estaba en pañales. El sueño de todo joven con vocación social era crear una ONG. Nacieron muchas. Hoy, en cambio, su entusiasmo está dirigido principalmente hacia la creación de empresas con propósito social. Enhorabuena tenemos una nueva visión de entender el mundo empresarial, pero el tercer sector debe seguir potenciándose a la par. Las fundaciones necesitan el talento millenial. ¿Qué deben hacer las ONG para volver a llamar la atención de los jóvenes?

En mi opinión, el camino tiene tres rutas:

  1. Comunicar un propósito movilizador común de todas las organizaciones sin fines de lucro. Y aquello, en mi opinión, va más allá de las acciones sociales que realizan (hoy ya no tienen el monopolio de aquello), sino de posicionarse como un sector que asegura una sana democracia, la cual se logra desde el equilibrio entre Estado, empresa y sociedad civil. Los millenials se inspiran por grandes causas.
  • Poner la palabra innovación en el centro de la gestión de las ONG. El lenguaje crea realidad. Y aquella innovación tiene dos direcciones: en los programas que realizan y en sus fuentes de financiamiento. Dejar de pensar sólo en donantes y fondos concursables y empezar a crear modelos de negocios. Deben ser organizaciones dinámicas que desafíen a los millenials.
  • Proyectar el ecosistema de fundaciones a escala Latam. En este punto se puede aprender mucho del crecimiento que ha tenido Sistema B. Los millenials no tienen fronteras.