Tengo una creencia: en el futuro vamos a preferir comprar a organizaciones sin fines de lucro. Será una tendencia. ¿Cuál es la necesidad de acumular tantas riquezas? Las organizaciones que decidan no repartir sus utilidades serán las más valoradas de la sociedad.
En el futuro que veo habrá un sello: “Soy sin fin de lucro” el cual estará pegado en los productos y servicios tal cual los sellos negros del azúcar y las calorías. Pero este sello será color violeta.
Y en ese futuro también veo una economía sana y sostenible en el tiempo. Porque uno de los beneficios de no tener lucro es aportar a que el dinero no se estanque en las cuentas corrientes. Si eso se multiplica, la economía crece.
Por cierto, los socios de las organizaciones sin fines de lucro tendrán menos dinero para su uso personal, pero venderán más y al tener una organización dinámica, serán más felices. Ni se acordarán todo lo que hubieran podido acumular siendo una empresa lucrativa.
Eso creo que sucederá.
De qué sirve emprender si no puedo quedarme con las utilidades me dicen quienes creen en el poder del lucro. Yo les digo que, en el futuro que veo, las nuevas generaciones tendrán otro motor movilizador: aportar al mundo.
Quien se movilice por el dinero estará out.