La droga del siglo XXI

La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo. Al pensar las personas se vuelven libres. Las personas que no comprenden lo que leen no son libres en esta sociedad. El 53% de los adultos son analfabetos funcionales. Tenemos un desafío muy grande. Debemos reconocer los avances, pero no disminuir el sentido de urgencia. La brecha de aprendizaje es una brecha de lenguaje. El lenguaje entrega libertad.

El lenguaje es lo que nos diferencia de los animales y nos permite relacionarnos y entendernos en comunidad. Cuando una comunidad se une en torno a un propósito generar una herramienta potente para cambiar el mundo. El lenguaje nos conecta. Cuando las personas y comunidades se reúnen en torno a un propósito somos una mejor sociedad. Hoy vivimos en sociedades sin propósitos. Cuando el propósito es grande los problemas son chicos. Cuando los propósitos son chicos, los problemas son grandes.

El lenguajear te permite relacionarte con otros y crecer en lo colectivo. Hoy en día estamos perdiendo esa capacidad de lenguajear producto de la tecnología. Si bien nos ha ayudado en muchos aspectos de la vida, donde más ha perjudicado ha sido en el lenguaje. Cada día se ocupan menos palabras. Si paso pegado a una pantalla mi cerebro básicamente no tiene actividad, no tiene ejercicio, no piensa y empieza a perder el lenguaje. Empiezo a perder la capacidad de conectarme, entender, de crear. La droga del siglo XXI son las pantallas.

Toda era tiene su fortalezas y sus desafíos. La tecnología nos trae beneficios, pero también nos trae una incapacidad en el lenguaje sin generar una interacción con los demás y también con uno mismo. Hemos dejado de reflexionar. Eso nos está causando un daño tremendo como sociedad.

La educación se trata de saber reflexionar en conjunto. La educación es mucho mejor cuando se genera una interacción entre seres humanos y el desarrollo del ser es fundamental hacerlo en la comunidad. Vivimos en un mundo en donde las creencias se dan por sentado y/o en nombre de la tolerancia no somos capaces de hablar y entender porque el otro piensa distinto y eso merma el desarrollo del ser. La educación debe aprender de hablar esos temas sobre cómo nos relacionamos.

El mutuo respeto aparece cuando uno entiende porque el otro piensa distinto. Hoy al ver que otra persona que piensa distinto le pongo una etiqueta diciendo es bueno o malo. Hoy es difícil respetar al otro porque no entendemos porque el otro piensa distinto. Hemos mal interpretado la palabra tolerancia. El juicio es para los jueces. El lenguaje es fundamental, ya que me permite entender antes de juzgar.

El principio básico de una sociedad amorosa es aquella que valora a cada individuo por lo que son y no por lo que hacen. Todos tenemos el mismo valor y esa creencia es fundamental. Y quien tiene mi mismo valor debe ser tratado como yo me trataría a mí mismo.

Además de tener todos igual valor, a la vez todos somos imperfectos. Todos cometemos errores y necesitamos perdonarnos unos a otros. Todo ello conlleva a la necesidad de convivir y ser aceptado. Eso anima a tratar al otro como un igual.

Ser no es lo mismo que hacer. Hoy en nuestra sociedad hay una exacerbación del hacer. Sobre todo en las redes sociales donde ponemos nuestro mejor hacer. Nadie comparte sus dolores. Todos los premios están en el hacer. Vale el que mete más goles. Esto en cierto modo distorsiona el valor fundamental de quién es cada uno. Preguntarse quién eres es una tarea fundamental.

Somos una sociedad que actúa dándole distintos valores a las personas. Lamentablemente, vivimos en una profunda injusticia entre seres humanos. Perdemos muchos talentos porque estamos tratando a las personas con diferente valor. ¿Qué nos falta? Mucha empatía porque no vivimos la experiencia del otro. Eso afecta nuestra convivencia.

Una sociedad amorosa debe avanzar hacia la igualdad de oportunidades. Eso significa que ha ciertas personas hay que darles mas y hoy justamente es al revés; las personas que tienen más, paradójicamente reciben más.

Conversación con Tomás Recart, director ejecutivo Enseña Chile