Pokemon GO, el golpe final

El año 2008 junto a unos amigos creamos el Proyecto Colmena, una iniciativa donde fomentábamos volver a compartir entre vecinos y amigos. Por aquellos años recién empezaba a masificarse el internet y nuestros principales adversarios eran el saliente Messenger y el naciente Facebook. Ahí empezó nuestra lucha por tratar de influir en el tiempo libre de las personas y en especial de los niños.

Nosotros estábamos convencidos que comunicarse en vivo y en directo era mejor que a través de un computador. Que compartir con tus cercanos hace más feliz que estar detrás de una pantalla y como consecuencia de aquello se logran formar verdaderas amistades. Nunca llegamos a dimensionar el poder que tendría la nueva tecnología (y eso que aún faltaban algunos años para el auge de los smartphones).

Cada vez que niños y familias pasaban más tiempo detrás de una pantalla nosotros contraatacábamos con actividades comunitarias, cosas simples: cine, pichangas, convivencias, música. Les decíamos;  todo esto sólo son pretextos para compartir. Cuando llegó el internet móvil quizás inconscientemente nos rendimos, la competencia era desigual. Proyecto Colmena se detuvo en 2011.

Dejamos el beneficio a la duda. Tal vez nosotros éramos los equivocados y todos son más felices (o al menos resulta más fácil vivir) escribiendo en vez de hablar, compartiendo fotos en  Instagram en vez de revelarlas,  celebrando los cumpleaños desde un grupo en Whatsapp y ya no con piñata y sorpresas.

Pin pon, el muñeco de algodón, dijo antes de su partida; nunca he visto a los niños más solos que en este presente. Un mundo completamente tecnologizado, pero con el desafío de humanizarlo al parecer seguía siendo el desafío no sólo de nosotros, sino de muchos. Pero como en toda lucha hay que saber reconocer las derrotas y felicitar a los legítimos vencedores.

Pokemon GO es el gran golpe de victoria de la tecnología contra la vida real. Contra la genuina alegría de vivir en base a cosas simples y no desde el vertiginoso crecimiento digital. No sé si está bien o mal lo que está pasando, prefiero no pensarlo por un tiempo, sólo sé que ganaron y nosotros perdimos.

Felicitaciones a los vencedores. Al menos hoy los niños recorren la ciudad. Mirándola desde un celular, pero ciudad al fin y al cabo.