Seamos padres

La gente que tiene hijos suele decir; “ellos son la razón de vivir, son mi alegría, trabajo para ellos”, pero qué pasa con quienes no tenemos aún hijos biológicos, ¿tenemos que esperar hasta tenerlos para pensar en proyectos de largo plazo? Mi respuesta es No, y definitivamente no.

No soy padre, hasta el momento solamente soy hijo, hermano, sobrino, primo y nieto. Tampoco predico alguna religión que fomente las familias numerosas ni menos espero procrear en el corto plazo. Mi reflexión esta vez apunta a que muchas veces sólo vemos en los hijos la única vía para crear, formar y dejar un legado en la vida. Pienso que los hijos siempre se crían pensando en el día que serán autónomos, independientes o “buenos ciudadanos” como dicen mis padres.

Opino que es posible y necesario estar creando legados en todos los momentos de la vida, no sólo cuando uno es padre. Sin embargo, veo que muchas veces pasamos la mayor parte del tiempo sentados frente a un escritorio, en un trabajo desmotivante y realizando acciones y proyectos que no nos importan  como crecerán. Es decir, en un trabajo que no lo sentimos como hijos nuestros.

La gente que tiene hijos suele decir; “ellos son la razón de vivir, son mi alegría, trabajo para ellos”, pero qué pasa con quienes aún no tenemos hijos biológicos, ¿tenemos que esperar hasta tenerlos para pensar en proyectos de largo plazo? Mi respuesta es No, y definitivamente no.

Todos debemos realizar proyectos, iniciativas, trabajos (y sobre todo intervenciones sociales) que tengan una vida igual a la de un hijo. Primero tenerlo, planificado o no (da lo mismo si llega por un “condoro”). Luego trabajar con toda la energía y pasión en su formación y crecimiento, pero siempre pensando en que algún día tendrán que caminar solos. Por último, dejarlos vivir y que sigan su camino propio. Ser padres y crear hijos en todo momento.

Lo más importante y vuelvo a mencionarlo; pensar siempre que los hijos deben caminar solos. Los proyectos, iniciativas o cualquier cosa que nos haga rayar y sentir que estamos creando un legado en este mundo deben tener esa condición en su génesis, jamás podemos perpetuarnos en ellos ni menos abandonarlos antes de que puedan ser independientes. Algunos lo llaman sostenibilidad de los proyectos, yo lo llamo adultez.